martes, 2 de octubre de 2007

la justicia inca

Los incas no toman a broma ni el servicio público, ni la justicia, generalmente impartida por el curaca local o, en casos más graves, por el gobernador de la provincia o por el Inca en persona. No abundan las carceles: la mayoria de los delitos se castigan con una multa, y los acusados cuentan con ciertas garantias. Sin embargo, existe un castigo terrible, el de ¨la gran piedra¨: desde un metro de altura dejan caer una roca de 100 kilos sobre la espalda del criminal. Otro castigo, peor aún, consiste en abandonar al condenado en la oscuridad de una cueva llena de serpientes, puercos espines, sapos y otros animales peligrosos. Si tres días después el hombre aún vive, es puesto en libertad: los dioses no desean su muerte.
La justicia inca se muestra más suave con las personas importantes, aunque esto es menos injusto de lo que parece: porque, efectivamente, un simple reproche del emperador basta para deshonrar completamente a un noble. Muchos mueren de pena o se suicidan por este motivo.

1 comentario:

Patxi dijo...

Hola Alberto, el tema es ciertamente inrteresante.
A ver si lo sigues ampliando, y tienes suerte con el formato de las fotos.

Paxi